Muchos de nosotros tenemos una concepción del éxito relacionada fundamentalmente con el prestigio, la fama, el dinero; que pueden ser aspectos del éxito. En estos momentos históricos nosotros necesitamos acercarnos al éxito de una manera más espiritual porque, si bien es cierto, que la riqueza material es parte del éxito, no es el único aspecto.
El éxito tiene muchas otras perspectivas como son, por ejemplo: la salud, tener buena salud, tener relaciones interpersonales armoniosas, sentir un entusiasmo por la vida, tener la estabilidad psicológica y emocional que todos queremos, gozar de energía, tener libertad creativa. Hay un ingrediente fundamental, que si nosotros no hacemos contacto con eso se nos hace bien cuesta arriba llegar a ser exitosos; y esto es reconocer nuestra esencia verdadera.
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